Locura

Arte de Jeffrey Hepburn
¡Bienvenidos al Laboratorio de Mundos basados en la Locura!


Mundo I
por Luciano Schein

El planeta Mikra está ubicado en órbita alrededor de la estrella simbiótica R Aquarii, un complejo binario formado por una enana blanca, y una gigante roja. Es un mundo de organismos de una elevada complejidad metabólica, que evolucionó principalmente para poder aprovechar la luz del sistema binario, dando lugar a una enorme variedad de organismos fotosintetizadores, algunos muy activos.

Es un mundo rocoso y comparando a la Tierra, con poca agua, pero al no presentar grandes accidentes geográficos, el paisaje está marcado por marismas, lagos, lagunas y mares de escasa profundidad. 

Esto da lugar a una enorme biodiversidad, de organismos que presentan características tanto de plantas como de animales y hongos. La mayor parte de los seres vivos, son microorganismos, y no evolucionaron vertebrados. 

Los artrópodos presentan una gran variedad de formas y adaptaciones, siendo el grupo que alcanza mayor complejidad.

Los Kload son criaturas que habitan en Mikra, un planeta ubicado en la constelación de Acuario, poseían un desarrollo tecnológico sin igual, pero ahora solo apenas quedan unos cuantos de estos organismos actuando mecánicamente como enajenados.

Forma: Los Kload miden unos 1,30 m parados en dos patas, poseían 6 brazos y dos piernas, para nosotros, tendrían un aspecto insectoide, con la diferencia que su exoesqueleto es translúcido, permitiendo que los rayos de sus soles lleguen hasta el interior de su cuerpo donde unos órganos especializados, producen una forma de fotosíntesis muy eficiente.

Conectados mental y emocionalmente. Tenían una identidad de grupo total, no por obediencia a una autoridad, sino por el simple reconocimiento de que el bienestar ajeno era equivalente al propio.

Sus ciudades y cultura reflejan esta empatía total. Construyen refugios individuales, pero en general con gran cercanía unos de otros, y son abundantes las construcciones verticales. Si bien cosas como puertas y ventanas existen, su única función es evitar el ingreso de fauna local. Cosas como las cerraduras complejas no existen.

Religión: No tenían como tal. Poseídos de una visión múltiple de la vida, no podían darse el lujo del autoengaño y evasión. No podían imaginar la posibilidad de que haya una realidad distinta a esta. No poseían la capacidad siquiera de pensar en el otro como un “otro” ajeno.

Economía: No había una gran macroeconomía, ya que su motivación impedía que alguno quiera sacar ventaja del otro, pero existía una división del trabajo que se decidía por gusto y capacidad, para que cada uno pueda desempeñar el mejor trabajo posible.  Los pocos recursos que precisaban para su subsistencia, eran producidos en piletones de contenidos químicamente reactivos. 

Era importante la búsqueda de metales y minerales específicos para sus usos en desarrollos biotecnológicos y cibernéticos. La medicina, era la disciplina más desarrollada, pero tenían una metalurgia muy avanzada.

No era un mundo donde hubieran evolucionado depredadores, por lo tanto, nunca se desarrollaron armas, la guerra no solo no existía, sino que era inimaginable. ¿Para qué o por qué? Sin tener que estar preocupados por la alimentación o violencia, se dedicaban a lo que se dedicaría cualquier ser sapiente que no tuviera que pelear día a día por la subsistencia: artesanía, deportes, filosofía y ocio. Todo desarrollo tecnológico fue fruto de la curiosidad o intento de mejorar la vida de sus congéneres.

Al ser organismos fotosintetizadores, no precisaban de ningún consumo más allá de los minerales básicos que se producían constantemente.

Una civilización que había conquistado logros científicos avanzados especialmente en la cibernética. Muchos de sus ciudadanos accedían a mejoras y a reemplazar más de la mitad de su cuerpo por prótesis o mejoras cibernéticas. 

Apocalipsis: una secuencia combinada fortuita y letal de explosiones de supernovas, bañaron la superficie del planeta con radiación letal. No es solo que murieron, sino que sufrieron deformidades atroces y una lenta agonía. Los que tenían mayor cantidad de reemplazos inorgánicos consiguió sobrevivir mejor, sobre todo gracias a ceder el control de muchas funciones metabólicas a la máquina, que corregía cualquier mutación o copia defectuosa de su código genético.

Pasada la catástrofe, la superficie del planeta resultó terminar siendo excesivamente radioactiva. Los sobrevivientes tenían acceso a toda su tecnología, pero no podían crear nuevos individuos de su especie, y todos los sobrevivientes estaban profundamente traumatizados tras el horror sufrido, el sufrir miles de agonías como propias, cada individuo se desconectó de los demás, incapaz totalmente de empatizar con los que fueron parte de ellos mismos alguna vez, la paranoia se apropió de la mente de los sobrevivientes, como una burda imitación de lo que una vez fue. Criaturas acostumbradas a la comunión constante, descubrieron la soledad. Encontrando una nueva fuente de identidad en la paranoia, se volcaron al desarrollo de tecnología que impida que vuelva a pasar tal catástrofe. Incluso en su paranoia, su impulso a buscar el bienestar ajeno seguía guiándolos.

Trabajaron febrilmente, como poseídos por una entidad ajena a la realidad, y lo consiguieron. 

Robots auto replicantes. Utilizando los materiales disponibles en cada sistema solar, crearían más de ellos. Solo tienen dos directrices: reproducirse y crear un escudo protector alrededor de cada estrella del universo para evitar que otras especies vayan a sufrir la catástrofe que asoló al mundo de Kload.


Mundo II
por Morrigang

Mysty-Flesh Pit Reporter entrevista a Feldespato

Esta noche tenemos conexión con la catedral de Burgos. Hoy vamos a entrevistar a Feldespato Palentus, una reputada gárgola originaria de la Sierra Fuente del Cobre, con ochocientos años de experiencia.

—Buenas noches, Feldespato, encantada de estar esta noche contigo. Cuéntanos un poco de ti, ¿desde cuándo supiste que querías ser una gárgola?

—Hola, Mysty-Flesh, muchas gracias por la presentación y por traerme a tu Twitch. Me encanta cómo enfocas las entrevistas.

»Para responder a tu pregunta, diré que siempre he querido ser una gárgola. Más bien siempre quise ser famosa. Ya sabes, siendo de piedra no hay muchas opciones de abrirse camino en la vida, solo puedes aspirar a lo típico: un bloque en una iglesia, un murete en un sembrado, un plinto; cosas muy simples. Pero yo siempre he sido ambiciosa, así que me entrené duro desde chiquitita —casi desde que era antimateria—, para conseguir el éxito. Y aquí me tienes.

—Qué interesante, me recuerda a mi propia trayectoria por el hiperespacio de Aicnelav. Pero queremos saber más cosas de ti. Cuéntanos algo más de tus orígenes.

—Como tenía tan clara mi vocación y no quería ser un cubo soso como las demás compañeras de curso, les dije a mis padres, justo después de dejar el colegio: «Mirad, sé que queréis que haga oposiciones a bloque de la catedral de Santiago de Compostela, pero tengo vocación artística y quiero estudiar arte corporal, quiero ser como Dwayne The Rock Johnson, si no me apoyáis en esto, me voy a Tierra Santa a ejercer de columna salomónica. Así que no les quedó más remedio que pagarme los estudios de gárgola.

—Menudo carácter; pero bueno, es muy sano que luches por tu vocación. Yo nací para morcilla, pero ya ves, con un poco de esfuerzo me he hecho periodista. Y dinos, que tenemos curiosidad: ¿las gárgolas tienen género?

—¡Claro! Muchas somos del género tonto, también hay bastantes de género indistinto o esplénico, y hoy en día con la libertad sexual, tenemos un grupo bastante organizado de Queens Of The Stone Ages. Por cierto, a estas les encanta el rock and roll y la cerveza.

—¡Qué divertido! Me tenéis que invitar a un concierto.

—Claro, claro. Cuando quieras, serás bienvenida.

—Cuéntanos, ¿qué tal es vivir en una catedral gótica tan bonita?

—Es lo máximo. Lo pasamos de maravilla la verdad. Tengo la suerte de tener un montón de amigas. Un saludo desde aquí a: Mica, Aguinaldo, Freixenet, Burbujita, Atenedora, Eufrasia, Jacinto, PlayBridge, Granola y Onofre. Un beso a todas.

—Claro, bienvenidas a nuestro twitch, otro día prepararemos un programa con todas vosotras. Creo que cada una tenéis un talento diferente.

—Ya te digo. Burbujita y Freixenet tienen un talento especial para expulsar líquidos. Atenedora y Eufrasia te hacen unos masajes con final feliz de escándalo, además, la primera sesión es gratis. Granola y Jacinto son dos cotillas profesionales. Granola está de cara a la calle y se entera de todo mirando los móviles de la gente antes de entrar a misa. ¿Sabías que la serie “El Señor de los Anillos” busca gente fea para hacer de orcos y de trolls?; la repanocha. Y Jacinto está de cara adentro y es lo peor, nos hace reír un montón la condenada, hasta tal punto que nos crujen los arbotantes.

—¿Cómo es eso? ¿No es la misa una cosa seria? No sé, Jesucristo en la cruz y cosas así.

—No te haces una idea de lo locos que están los humanos. El otro día Jacinto nos contaba que había bajado de la ménsula a dar una vuelta y que se entretuvo leyendo la Biblia. Nos contó historias muy locas. Escucha:

«En el segundo Libro de Reyes (2:23-24) se cuenta la historia de Eliseo, un hombre muy sabio que sufría de la calvicie propia de su edad. Cierto día se encontraba en un largo viaje hacia Beth-el, en Cananea, cuando fue atacado por un grupo de muchachos que intentaban provocarlo debido a su cabeza calva. Pero Eliseo sabía cómo vengarse y lanzó maldiciones en nombre del Señor contra aquellos niños. Inmediatamente, dos osos salieron del monte y aniquilaron a los 42 niños, despedazando sus cuerpos hasta la muerte.»

—O esto.

«En Jueces 19:22-30, un hombre y su amante se encontraban vagando por las calles hasta que un individuo acepta darles hospedaje en su casa. En medio de la noche, un grupo de hombres se presenta en su casa y le exigen que entregue a su invitado para tener relaciones con él. El dueño de la casa se niega y les ofrece a su hija virgen y a la amante del hombre. Los hombres dejan a la pobre mujer desangrarse hasta la muerte después de ultrajarla. Cuando es encontrada por su amo, este le ordena levantarse, al no obtener respuesta la descuartiza en doce partes y luego los envía por todo el territorio de Israel.

—Una puta locura…

—No hay duda de que están como regaderas, los pobres. Pero cuéntanos algo más divertido.

—¡Buah! Las noches de luna llena son la monda, hacemos unas gargory-raves que lo flipas. Las condenadas PlayBridge y Onofre nos hacen unas ‘Bolitas de fiesta’, un postre especial, que está de rechupete. Tienes que venir un día a probarlas.

—Con mucho gusto, parece divertido, será un honor ir a vuestra fiesta. Pero se nos acaba el tiempo por hoy. Os invitamos al Twitch de Mysty-Flesh Pit Reporter el próximo viernes a las 23:00 horas. Y no olvidéis traeros vuestras propias locuras.


Mundo III
por César Caño

CONFIDENCIAL

Informe de investigación

Agencia de Detectives Wooden & Wolf

Nº 4 – 3334 -2B/81

1. ASPECTOS GENERALES:

  • CIUDAD DE LIRCONIA
  • POBLACIÓN DE LIRCONIA
  • LA CIUDAD DE LIRCONIA Y SU ALFOZ

d. Perfil:

Los habitantes de la Ciudad Libre de Lirconia, situada en un valle del norte del país, entre montañas, desarrollaron un tejido industrial potente durante el siglo pasado. Esto produjo una gran riqueza a la ciudad, que basaba su economía en las exportaciones, los servicios y el turismo. Los espectaculares paisajes y el lago al pie del cual se levanta la ciudad fueron durante mucho tiempo destino preferente para gran número de viajeros y turistas. Las cuatro aldeas del territorio de Lirconia, al pie del lago, por su aspecto pintoresco y su afamada gastronomía también experimentaron un gran crecimiento económico. 

La ciudad contaba el año pasado con 47 250 habitantes, que poseían un fuero específico. Los impuestos generados por las actividades de la ciudad y sus aldeas aledañas procuraron por parte del gobierno una protección acérrima de su régimen especial, el desarrollo de legislación autónoma, de autogobierno y de autogestión de los recursos naturales y económicos. Adquirir el estatuto de ciudadano lirconiano era un proceso lento y complicado que requería el desarrollo de actividades laborales en la ciudad o su territorio durante un período no menor a seis años; en el caso del matrimonio con miembros de la ciudad libre, la convivencia debía ser acreditada durante tres años para obtener la ciudadanía. Muchos se sometieron al complicado procedimiento administrativo, pues los beneficios sociales y económicos merecían la espera y los inacabables trámites. Aunque por contrapartida todos los ciudadanos se veían abocados a una fiscalización extrema de sus ingresos derivados del trabajo y de sus actividades económicas.

e. Estado de desarrollo:

El estado de desarrollo de Lirconia fue hasta hace poco MUY AVANZADO, con una serie de prestaciones sociales y servicios públicos envidiables, una total autonomía política y productiva y un nivel de vida alto que lo acercaba a la utopía liberal. Por desgracia los eventos acaecidos en los últimos tiempos han llevado al desastre a la envidiada Ciudad Libre, llegándose incluso a plantear la intervención armada por parte del gobierno de la nación.

f. Situación actual:

La Ciudad Libre de Lirconia se encuentra en el momento presente en situación de bloqueo administrativo. Está prohibida la entrada y la salida del territorio por cualquier medio. Hay un cordón militar que rodea el alfoz y circunda el lago, una calma tensa que parece siempre a punto de romperse, y se está barajando la intervención militar y sanitaria en breve.

2. HABITANTES

La mayoría de los Lirconianos son oriundos de la Ciudad Libre, pues la inmigración supone apenas el 1,4 % de la población de pleno derecho. 

3. CULTURA:

El alto nivel socioeconómico y cultural que tradicionalmente presenta el ciudadano promedio ha creado en la ciudadanía un sentimiento de pertenencia a la comunidad muy fuerte. Todas las familias se conocen e interactúan continuamente entre ellas. Los lazos comunitarios son reforzados por los cultos religiosos que a lo largo de los años derivaron en la creación de una Iglesia de matices protestantes muy enraizada en el crecimiento económico y social de la comunidad.

4. RELIGIÓN:

La Iglesia Ecuménica de Lirconia se fundó hace unos 50 años. Su base es cristiana, aunque con elementos extraídos de las tradiciones profanas. Presenta muchas similitudes con la Iglesia Calvinista. Su catecismo se basa en:

  • La interpretación directa de la Biblia por parte de los fieles
  • La creencia en la predestinación: la Gloria Eterna está reservada a los fieles desde el momento de su nacimiento, y el éxito en los negocios es una manifestación de la Gracia.
  • Las fiestas paganas están santificadas por la tradición: las celebraciones de primavera, invierno y verano con una concepción cíclica del Universo.
  • La Segunda llegada del Cristo Redentor y el consiguiente apocalipsis están al llegar. Se configurará un nuevo Reino de Gracia para los fieles que se salven, tras la unión del Pueblo de las Estrelas con el Pueblo de la Tierra.
  • Preconización de la Anábasis, el ascenso, como elemento integrador de los cultos. El sacrificio personal y el trabajo elevan el alma hacia Dios. Asimismo los sacrificios simbólico-rituales basados en la quema de dinero forman parte fundamental de la ritualística.

5. ECONOMÍA:

La economía se basa sobre todo en el sector secundario y terciario, es decir, la industria, principalmente plantas de procesado de alimentos e industrias químicas, así como los servicios, dirigidos al turismo, la hostelería, la restauración, los resorts, balnearios y ocio. Lirconia contaba con un floreciente comercio exterior, tanto con la nación como con el extranjero, basándose en la exportación principalmente de procesados de carne y de nitratos y fertilizantes.

6. TECNOLOGÍA:

La propia de la actualidad, salvo por una tendencia a la desconexión digital, valor en alza por el florecimiento del turismo de balneario y aventura, en que los viajeros desean desentenderse de los medios de comunicación y las redes digitales. 

7. URBE:

Lirconia se extiende por la orilla este del Lago de Lirconia. Es una urbe de trazado principalmente horizontal. Las leyes de construcción son muy estrictas, y la mayoría de edificios solamente utilizan ladrillo, madera y piedra, y no superan las dos alturas sin contar los voladizos o buhardillas.La ciudad propiamente dicha presenta un trazado geométrico basado en el cardo y decumano de los campamentos romanos, con dos calles principales en cruz, donde se acumulan los locales comerciales, con el mercado central en el cruce de ambas. Una circunvalación rodea el casco principal, tras la cual hay cuatro polígonos industriales. La zona del lago está poblada por resorts y balnearios con magníficas vistas. La Iglesia Ecuménica de Lirconia se encuentra al este de la ciudad, en lo alto de un pequeño promontorio.

10. ACONTECIMIENTOS:

Mediante el expediente señalado se contrató a nuestra agencia de detectives para realizar una exploración de campo de la Ciudad Libre de Lirconia, tras los acontecimientos de los últimos meses. El primer hecho extraño fue el protagonizado por uno de los camareros de Hotel del Lago, cuando, sin mediar palabra, comenzó a disparar una escopeta de caza contra los huéspedes en el restaurante. Reducido por sus compañeros, pasó a disposición judicial esa misma noche y el hotel fue evacuado. El resultado fue de cinco muertos y seis heridos, dos de ellos de gravedad. Si nos atenemos al informe pericial del Cuerpo de Policía de Lirconia, el sujeto sufrió un ataque psicótico. Sin embargo los sucesivos ataques que comenzaron a sufrir los habitantes de la Ciudad Libre pronto derivaron en una epidemia de trastornos violentos en toda la población.

Nuestras investigaciones nos llevaron a analizar el agua del lago, tanto en la planta potabilizadora como en la zona en la que supuestamente se realizaban vertidos ilegales procedentes de una de las plantas de procesado de nitratos del polígono industrial del este. Tras un par de meses, a medida que la ciudad era cerrada al turismo y se establecía el estado de excepción en toda la región, descubrimos, con ayuda de los laboratorios de la policía judicial, descubrimos un agente en el agua potable: la presencia de una cepa de Naegleria fowleri con mutaciones. Dicha ameba produce una meningoencefalitis amebiana primaria, aunque en los casos que nos ocupan, y a consecuencia de la mutación, no se apreció destrucción del tejido cerebral, aunque sí una epidemia de comportamientos violentos y erráticos de todo tipo. Estamos casi seguros de que los vertidos de nitrato de sodio han podido producir las mutaciones en las amebas. La incidencia llegó a alcanzar en el tercer mes al 97% de la población, y dada la imposibilidad de encontrar una cura, las fuerzas de seguridad están barajando una intervención armada. De momento existe un cerco fuertemente militarizado con más de 150 km de alambradas y torres de vigilancia, con una contravalación de 600 m de ancho.

Nuestra infiltración en la Ciudad Libre para inspeccionar el terreno, a fin de evitar tensiones diplomáticas, nos ha hecho conocedores de algo espantoso. Nos vemos obligados a elaborar este informe con la mayor objetividad posible, aunque lo que hemos visto es increíblemente difícil de describir.

Lirconia ya no es una ciudad: es un matadero. El gobierno del territorio ya no existe, y se han establecido nuevas leyes. Un grupo de ciudadanos se han erigido como representantes de la Iglesia Ecuménica y han impuesto la ley marcial.

Durante un par de días el agente X y yo mismo estuvimos en conversaciones con un ciudadano no infectado. Fue él quien nos alojó en su casa y nos dotó de los medios para infiltrarnos en la Iglesia de Lirconia. Decidimos asistir a una de las reuniones vespertinas que se realizan diariamente en el templo neogótico. Ya anocheciendo, el agente X y yo nos acercamos a los aledaños de la iglesia, atravesando un arco de madera que daba acceso al camposanto. Lo primero que pudimos observar fue la situación estratégica de cruces con restos humanos calcinados. Esto nos llevó a quitar el seguro a nuestras armas, disimuladas en el interior de nuestras gabardinas. Presas de gran inquietud penetramos en el templo, donde se agolpaba una gran multitud. Un pastor de la iglesia lanzaba una perorata incomprensible sobre el fin del mundo y la anábasis final. Observando a la gente que allí se agrupaba pudimos observar los efectos de la encefalopatía en sus gestos contraídos y movimientos erráticos. Por lo general gritaban consignas o repetían las fórmulas religiosas del sacerdote. Parecían poseídos por una gran ansiedad, miedo y exaltación. Confundidos entre la turba, el agente X se apostó a la puerta de la sacristía mientras yo accedía a su interior. Buscábamos pruebas para identificar a los responsables de la masacre del cementerio.

La sacristía estaba completamente vacía, sin muebles ni elementos litúrgicos, sumida en la oscuridad. Pude abrir una puerta secundaria que daba paso a unas escaleras descendentes. En aquel momento supuse que conducían a alguna cripta o almacén subterráneo.

A partir de aquí me resulta muy difícil hilar los pensamientos con la objetividad que se supone en un informe de investigación. El pandemonium de imágenes de las que fui testigo se agolpan en mi mente como fotogramas desordenados de una película. De lo único que estoy seguro es de que, cuando conseguí salir, herido y arrastrándome, ya había amanecido, y de que no había ni rastro del agente X, que no acudió al punto de extracción, y del cual a día de hoy sigue sin haber noticias.

Al final de la escalera había una serie de cámaras intercomunicadas, construidas con alambre de espino, palés de madera y chapa. La supuesta cripta era muy amplia, y las improvisadas cámaras estaban cubiertas con lona azul. Procedo a describir, en la medida de mis posibilidades, lo que vi en los compartimentos de la cripta. Debo decir que me desmayé en numerosas ocasiones, y en otras volví atrás y me perdí por el laberinto de alambradas.Por todas partes había restos humanos en diferentes fases de descomposición. El olor era espantoso.

  • Sobre la primera puerta había un letrero que rezaba: “Muerte verde”.

La muerte verde es el alimento de los saltamontes y langostas que lo cubren todo. Unos cuantos adeptos y yo comemos muerte verde, masticamos los crujientes cuerpos, sorbemos los jugos de su interior. Los vapores de los quemadores dorados almizclan el aire junto con el hedor de los cuerpos y abren una puerta en la mente. La muerte verde es dulce y amarga, y los quelíceros de las langostas se quedan entre los dientes. Algunos vomitamos una pasta verde revuelta con patas y alas membranosas.

  • Sobre la segunda puerta había un letrero que decía: “Muerte roja”.

La muerte roja son las lenguas de los cadáveres amontonados, y los dientes nacarados de las cabezas de las jóvenes sobre la mesa de pino. Al igual que hizo Salomé con el bautista besamos los fríos dientes y sorbemos la esencia pegajosa de las rojas lenguas de la muerte roja. Los pebeteros huelen acres y dificultan la respiración. Ahitos de lenguas lo adeptos y yo bailamos desnudos con el cuerpo bermellón de sangre de las gargantas de las jóvenes.

  • Sobre la tercera puerta había escrito: “Muerte de la bestia”.

La bestia es un perro con las patas amputadas que recibe un castigo tras otro para purgar nuestros pecados. Los incensarios huelen a excremento. La bestia muerde y es mordida, en una danza frenética de piel arrancada y colmillos rotos. Los huesos de la bestia crujen bajo mis pies. Hundo mis pulgares en sus ojos, que explotan con un ruido obsceno. La bestia ruge y gime y yo rujo y gimo al unísono. La bestia ahora soy yo.

  • Sobre la cuarta puerta había escrito: “Muerte negra”

La muerte negra son los restos saponificados de los adeptos que no superaron la muerte de la bestia. El oscuro légamo es ácido y burbujeante, profundo, y los huesos rozan los pies al nadar. La muerte negra es cálida, maloliente y acogedora, y produce quemaduras en las partes blandas. Nadamos en la muerte negra y nos purificamos con la podredumbre. Los quemadores huelen a aceite de canela.

  • Sobre la quinta puerta se podía leer: “Anábasis”

La anábasis es el ascenso. Dios es una mentira piadosa, el ascenso nos lleva al otro lado de Dios. Solamente quedo yo entre los adeptos y veo el techo de ladrillo abrirse para dejar paso al redentor de tres cabezas, que me alza con sus manos femeninas y suaves y me viola salvajemente. Huele a aceitunas en salmuera. Mi cuerpo se abre en canal por el amor del redentor, que sorbe mi sangre y me otorga un alma nueva.

Estos son los recuerdos que tengo de mi estancia en la cripta. Entiendo que el aire estaba drogado, pero las visiones fueron totalmente realistas.

Como conclusión solamente puedo decir: urge la intervención armada. La locura se ha apoderado de la ciudad, y los ritos de iniciación son brutales. Se han abierto las puertas del infierno, y es necesario pararlo cuanto antes.

Es todo.

ANEXO I

El agente Y, tras la redacción del informe, solicitó asistencia médica a causa de unos fuertes dolores de cabeza. Las analíticas confirmaron que se encontraba contagiado por la amebiasis. En la actualidad se encuentra en coma barbitúrico, inducido por su propia seguridad, a la espera de que se encuentre un tratamiento adecuado. La intervención militar en Lirconia es inminente.


Mundo IV
por Diana Soriano

1. RASGOS GENERALES:

a. Nombre de tu mundo. Kur

b. Nombre de la civilización principal. Humanidad

No son conscientes de ser una civilización, no tienen estamentos reguladores ni infraestructuras públicas.

c. Nombre del territorio (o los territorios) ocupado/s por tu civilización principal. El planeta tierra.

d. Perfil cultural de tu civilización principal. Kur es el infierno, los seres humanos vamos allí al morir en este mundo, nuestro espíritu pasa a otra dimensión de la que no somos conscientes cuando estamos vivos, por lo tanto sería una sociedad espiritual, pero los seres humanos allí no forman una civilización.

e. Estado de desarrollo. Medievo

f. Situación actual. Estática

2. HABITANTES:

Los habitantes de esta otra dimensión no son conscientes de su muerte durante mucho tiempo, al habitar una realidad distorsionada de la nuestra les es más sencillo seguir con sus vidas tal y como los hacían antes de fallecer. No es sencillo sobrevivir en Kur, la fauna y la flora descontrolada puede matarte para siempre, demonios vagan por los baldíos desiertos de antiguas construcciones, pues nada se destruye del todo en esta dimensión. Los seres que aguantan más allá de unos pocos meses acaban volviéndose locos, convirtiéndose en demonios feroces que buscan devorar a otras almas.

3. CULTURA:

Kur nació de mano de los primeros seres que habitaban en las cavernas, en el crepúsculo de la humanidad, sus emociones y sobre todo, sus miedos alimentaron esta dimensión. Era una dimensión de locura, pero no mortal, los seres que habitaban allí no estaban a merced de la dimensión y los seres queridos que aún vivían les imaginaban un mundo más hermoso donde vivir, les entregaban ofrendas para que pudieran alimentarse. A partir de la aparición del judaísmo, creció la necesidad del ser humano de ser castigado por un ser superior y Kur comenzó a darles lo que querían. Con el auge del cristianismo y los miedos del ser humano tocando sus cotas más altas la dimensión se descontrolo, se convirtió en el lugar sucio y desolado que es hoy en día. Si los seres que habitan allí eran familia, pronto se olvidan, algunos habitantes permanecen juntos algún tiempos, buscan comida que no necesitan, intentan cuidar de hijos imaginarios, hacen camas y limpian casas en ruinas llenas de polvo y restos de sus pasadas vidas

i. Estamentos. No procede.

ii. Lengua mayoritaria. Cada persona habla los idiomas que conocían al morir, si intentaran hablar los unos con los otros, cosa poco común, podrían llegar a entenderse si en vida hubieran hablado el mismo idioma.

iii. Política. La ley del más fuerte impera en Kur, pero hay pocas cosas que robar a parte de a ti mismo.

4. RELIGIÓN

La religión cristiana es la que impera actualmente en Kur, ya que la mayoría de la población de la tierra lo es, espiritual o culturalmente. Se pueden oír rezos allí, aunque la manera en la que se trasmite el sonido es inusual, en ocasiones sonidos de la otra dimensión se cuelan en esta, confundiendo a los habitantes.

Hay misas en Kur. En una de las viejas catedrales que hay perdida entre las millones de calles de la inmensa ciudad cada día, se recrea la última cena, los actores son cadáveres podridos y prácticamente en los huesos que interpretan fielmente su papel, el pan y el vino son los viajeros que se atreven a cobijarse a la sombra de la catedral.

5. ECONOMÍA

Kur es un espejo distorsionado de esta realidad, y como tal los seres que habitan allí intentan conseguir alimentos, materias primas… etc. Los centros comerciales, las tiendas, los centros neurálgicos de las grandes ciudades, no son más que escombreras llenas de desechos donde las personas que los habitaron alguna vez, vagan buscando un significado al vacío y al dolor que sienten en su mente.

6. TECNOLOGÍA: No procede.

7. URBE

Cientos de ciudades se han alzado en Kur erigidas por la mente humana solo para caer un momento después y quedar reducidas a escombros. Todo lo que haya habido en nuestra realidad prevalece allí como una ruina, parecidas a las ciudades tras un bombardeo aéreo. Las únicas construcciones que parecen aguantar la efímera brevedad de la materia son las medievales: casas, iglesias, hospitales, orfanatos y conventos del S. XV siguen en pie como faros dando una falsa sensación de seguridad a los habitantes.

Todo lo que hay allí es basura, restos de las vidas humanas que viven al otro lado, inservible, salvo para atormentar a sus residentes trayéndoles, el tiempo que habiten allí, recuerdos de sus vidas pasadas y de sus seres queridos, invitándoles a la demencia de repetir las actividades que practicaron en vida: Unos zapatos rotos para un viejo bailarín que se desollara los pies en medio de una ruinosa calle, un granjero picando la tierra muerta hasta dejarse la piel.

8. TRADICIÓN

La gente evidentemente no nace en Kur, después de morir en este mundo se despiertan allí, entre la más absoluta decadencia de sus cotidianas escenas familiares, entre excrementos en los hospitales en los que murieron o entre el polvo del desierto, en medio de la nada. Nadie cuida de nadie, los niños que llegan solos mueren a las pocas horas por algún animal, planta o peor. En las pocas ocasiones en las que los seres humanos se cruzan no hay complicidad entre ellos, solo desconfianza y temor.

Eso es así para los recién llegados, pero si por azares del destino se consiguiera vivir un poco más, el cuerpo comenzaría a mutar, ante la necesidad de adaptarse; pederastas, psicópatas o banqueros demonizan sus cuerpos de perversas formas: cuernos, tentáculos, formas animalescas… hacen del mundo en el que viven ahora su hábitat y cazan a otros humanos, perdidos en su personaje ya no recuerdan nada de lo que fueron, asesinan, torturan, violan y secuestran a cuanto se encuentre a su alcance hasta que se encuentran con la horma de su zapato.

9. BIOTOPO

En Kur todo es literal, las plantas y los animales son más fieles a los nombres que les han dado los humanos que a lo que son en nuestra realidad.

Hay una cosa que no encontrarás nunca en Kur, y es agua, fuente y dadora de vida, única para limpiar cuerpo y alma, no existe aquí, pues en Kur no hay tregua ni descanso para el humano, que debe vagar sucio hasta que este mundo lo mate o lo mute, sin razón, en el desconocimiento de lo que habrá después. 

i. Fauna. Los animales son ni más ni menos que lo que el imaginario popular imagina de ellos. Así bien, los caballos son seres majestuosos y nobles, pero también tremendamente asustadizos, no se suelen acercar a los humanos, pero si lo hacen, lo más probable es que los aplasten entre sus imponentes cascos sin razón aparente.

Los insectos por norma general trasmiten horribles enfermedades, infecciones e incluso son capaces de comerse a un ser humano entero.

Los leones, imponentes cazadores de hombres, suelen devorar vivas a sus víctimas, así como también suelen hacerlo los demás felinos.

Las aves, majestuosas carroñeras pueden no tener la paciencia necesaria para esperar a que estés muerto para devorar tus entrañas.

Los perros son una especie aparte, pues mientras los seres humanos que habitan las ciudades de Kur pueden o no encontrarse con animales cuando deambulan por los despoblados de la dimensión, ellos, con apariencia adorable, buscan incansablemente cualquier rastro humano para arrastrarlos a la oscuridad y devorarlos lentamente, con extrañas habilidades atan sus cuellos con cuerdas y los ahorcan entre los restos de las ciudades. Y estos son los únicos animales que no actúan como se esperaría de ellos.  

No existen los gatos aquí, de alguna manera han conseguido ocultar su reflejo a Kur, ¿o es que no tienen alma?

ii. Flora. También literalmente mortal.

La flora vuelve a ser una fiel representación de los nombres que les ha dado la humanidad: así, el árbol dragón, es, en efecto un dragón, no escupe fuego, pero si tiene un tacto venenoso y mortal. La flor cadáver es carne en descomposición que crece del suelo pudiendo alcanzar un peso de varias toneladas, en ocasiones toma extrañas formas: mujeres dando a luz, extraños híbridos entre animales y humanos, o un pozo de carne que nadie sabe a donde lleva.

La mimosa púdica, o “no me toques” una planta que repliega sus hojas cuando es tocada, en Kur tiene afiladas cuchillas capaz de cortar músculo y hueso de un solo movimiento. 

El hongo diente sangrante supura sangre espesa y olorosa que atrae a hombres y animales por igual, aunque por diferentes motivos. Los depredadores se agazapan en las inmediaciones esperando a que los desesperados humanos, enloquecidos por el recuerdo de la comida y la bebida se acerquen a lamer la sangre que brota del hongo venenoso para caer sobre ellos.

iii. Fenómenos meteorológicos. Tormentas de arena y rayos suceden a menudo, barren la basura de aquí para allá y modifican la disposición de los escombros hasta cambiar la ciudad por completo.

iv. Orografía. No existe. No hay en Kur ríos, montañas o mares, solo escombros y desiertos hasta donde abarca la vista. Siempre hay una nube de polvo en el ambiente que oculta el sol.

v. Presencia bacteriana y vírica. Bacterias y virus son los responsables de las mutaciones, atacan al organismo en cuanto el huésped llega y si vive el tiempo suficiente actúan sobre el cuerpo y la mente, acentuando la locura de la víctima y adaptando su morfología a su nuevo hogar. La percepción es muy importante, así es posible que el afectado mute en base a la idea que los que le conocieron en vida tuvieron de él, pudiendo convertirlo en un demonio, en una bestia asustadiza y deforme o en un fantasma.

10. HISTORIA

Kur, el primer dragón, la serpiente alada, muerto aunque no podía morir a manos de su cuidadora, la reina humana Ereshkigal a la que rapto de sus tierras para llevarla a la montaña donde moraba para que le sirviera.

Fue adorado durante muchos siglos por la primera civilización del mundo, le construyeron innumerables templos donde le alimentaban con sus ofrendas, en agradecimiento les dio el conocimiento sobre la otra realidad para que no tuvieran miedo a la muerte, para que al otro lado no hubiera muerte. En ese lugar no había ni comida ni bebida, pero los familiares podían construir un sistema de tubos en las tumbas para que el alimento dejado allí como ofrenda llegara al más allá.

Ereshkigal se cansó de servir al dragón, así que lo enveneno. Esto dejo al ser postrado pero no lo mató, pues como ya sabéis, él no puede morir, así que ella decidió terminar el trabajo clavando las garras del ser en sus propios oídos, esto causo un tremendo dolor al dragón, enloquecido de dolor, ya no escuchaba las súplicas de sus adoradores, no podía ayudarles, y su nombre se fue olvidando, diluido en el constante flujo del tiempo.

Ereshkigal volvió a sus tierras para descubrir que el tiempo había pasado, casi 5000 años, de su ciudad y de todo lo que alguna vez amó no quedaba ya nada, pero ella seguía siendo joven, y lo siguió siendo durante mucho tiempo, escapando de la realidad que llevaba el nombre de su captor, vapuleada y maltratada por un mundo sucio y miserable, encontró a un muchacho de Nazaret y le contó lo que debía saber sobre el mundo de Kur.

Y así esta escrito en lo alto de las montañas que son el cuerpo del Dragón, en la cordillera de los montes Zagros.

11. APOCALIPSIS:

Kur es el apocalipsis, la humanidad vive efímeras vidas en nuestra realidad para dar con sus huesos en este lugar, solos, perdidos, luchando contra la conciencia colectiva que busca la venganza por sus actos, en una espiral de locura en la que el somos víctimas y verdugos, el mundo nos odia, nosotros nos odiamos, le negamos clemencia al planeta y nos hacemos pagar por ello.

Kur es la crónica de una muerte anunciada, un reflejo del futuro, la muerte de la tierra.


Mundo V
por Ángel León

Sobre el suceso de Brizna Verde

Planeta: Gea

País: Repúblicas Unidas de Ursuk

Habitantes: Humanos. Principalmente de piel blanca, pero existen diásporas de otras naciones.

Tecnología: Industrial moderna

Urbe: Brizna Verde

Brizna Verde es otro pueblo más entre los que salpican las Repúblicas de Ursuk. No es tan grande como para tener peso político y social, pero tampoco tan pequeño como para no representar promesas de una nueva vida y futuro tranquilo.

El pueblo creció poco a poco. Por tanto, además de la zona céntrica y más vieja, se han construido barrios nutridos con poblaciones de otras zonas de Ursuk, pero también con inmigrantes de otras naciones que han traído nuevas culturas y religiones. Todos ellos persiguen el bienestar material, impulsados por las políticas de una economía capitalista.

Sin embargo, a las afueras de Brizna Verde, pasando el puente que cruza un río cercano, se encuentra la Comuna del Roble. Allí vive un pequeño grupo de personas que se rigen por el culto al Libro de Oro. Se trata de un lugar donde las casas son construidas con madera, la electricidad ha sido vetada y cualquier atisbo de modernidad es recibido como una herejía.

Cultura/Religión:

Aislados del caleidoscopio que moldea el futuro de Brizna Verde, los habitantes de la Comuna del Roble están sumidos en una cultura regida por los preceptos de la religión. Concretamente, como hemos comentado, el culto al Libro de Oro.

El fundador de esta religión fue Joseph Green, el cual era un terrateniente colonial de las Islas del Oeste o Reinos Akalas. Fue en una gruta de estas islas donde Joseph, según aseguró, encontró unas tablillas de oro en las que estaban escritas las mismísimas palabras de Dios. 

Sin embargo, los pueblos paganos de las islas, además de alzarse contra la colonización, no aceptaron ningún tipo de fe que proviniera de un blanco. Así que Joseph se trasladó a las tierras de Brizna Verde, lugar de origen de sus antepasados. Fundó la Comuna del Roble y, desde el secretismo de su cabaña, se dedicó a usar las tablillas de oro para imprimir papel y difundir la palabra divina.

En la actualidad, los seguidores de El Libro de Oro están liderados por Billy Barrett. Él custodia las tablillas de oro y dirige con mano de hierro la comunidad. Cualquier atisbo de herejía es castigado con severidad. Si alguna persona infringe las normas, se enfrenta al repudio social y, si continúa la indisciplina, puede un día cualquiera despertar en mitad de la noche, abandonada y sin posesiones al otro lado del puente. En caso de que la infracción amenace con hacer zozobrar la comunidad, el hereje recibirá la visita de los chicos de Barrett, los cuales le invitarán a abandonar la vida.

Economía:

La economía de la Comuna del Roble se centra en la agricultura, la ganadería y la artesanía. Estas actividades se realizan a lo largo de los terrenos comprados por Joseph Green en el pasado. Todo ello permite cierta autosuficiencia de la comunidad. 

Algunos habitantes, previamente autorizados, pueden trabajar en Brizna Verde. Con este fin se persigue ganar algo de dinero, y así comprar aquello que no pueden fabricar.  Evidentemente esto puede dar lugar a ciertos conflictos, debido sobre todo a las burlas de los habitantes de Brizna Verde, los cuales consideran a sus vecinos unos locos y los llaman la Comuna de los Cabeza de Serrín. Generalmente, esto se soluciona gracias a la policía del pueblo o a la visita de los chicos de Barrett.

Biotopo mental:

Las mentes de las personas de Brizna Verde, y de todos los humanos de Gea, están habitadas por memes (ver nota). Dichas entidades, análogas de los genes, transmiten información, cultura y costumbres entre los cerebros humanos. Para sobrevivir, un meme debe competir con otros memes y así hacerse con el control de las neuronas humanas. Sin embargo, no pensemos que tienen un fin, sino que simplemente sobreviven siempre y cuando puedan acaparar neuronas. Por ejemplo, el meme de la canción del verano puede quedar enquistado en tu mente, sobrevivir y, de repente, aparecer cuando creías que la habías olvidado. En ese momento te sorprenderás tarareando una letra absurda, la cual consideras inútil, pero que estaba ahí ocupando sinapsis.

La locura es un meme parásito de memes. Ha coevolucionado para aprovechar aquellos memes que, en cierta manera, hacen que sus huéspedes sean propensos a la irracionalidad. Nuevamente, no pensemos que tiene un fin. El simple hecho de que tengamos un cerebro permite su existencia, aunque sea breve y suicida. En Brizna Verde, la doctrina del Libro de Oro representa un meme perfecto para el parásito de la locura.


Nota: La idea del meme está tomada del concepto desarrollado por el biólogo Richard Dawkins, el cual compara la transmisión de la cultura, las ideas y demás con los genes. En su libro, El Gen Egoísta, lo explica de esta manera: «Algunos memes, como ciertos genes, alcanzan un éxito brillante a corto plazo al expandirse rápidamente, pero no duran mucho en el acervo de memes. Las canciones populares y los tacones puntiagudos son ejemplos de lo anterior. Otros, tales como las leyes religiosas de los judíos, pueden continuar propagándose durante miles de años, normalmente debido a la gran permanencia potencial de los registros escritos.«

Bola extra (leer si hay tiempo). En el mismo libro, Dawkins recoge las palabras del neuropsicólogo Nicholas Humphrey que se refiere a los memes de la siguiente forma: «se debe considerar a los memes como estructuras vivientes, no metafórica sino técnicamente. Cuando plantas un meme fértil en mi mente, literalmente parásitas mi cerebro, convirtiéndolo en un vehículo de propagación del meme, de la misma forma que un virus puede parasitar el mecanismo genético de una célula anfitriona. Y ésta no es sólo una forma de expresarlo: el meme, para —digamos— “creer en la vida después de la muerte”, se ha realizado en verdad físicamente, millones de veces, como una estructura del sistema nervioso de los hombres individuales a través del mundo.»


Historia:

Gea está inmersa en una Guerra Mundial que enfrenta entre ellas a tres potencias: las Repúblicas Unidas de Ursuk, la Federación Severny y el Imperio Turai.

Los seguidores del Libro de Oro se sienten cercanos a los postulados de Turia, de corte supremacistas. Aún así, el gobierno de Ursuk hizo oídos sordos a los coqueteos de la Comuna del Roble con los movimientos turianos. Al fin y al cabo, eran una minoría insignificante. Tan solo se dignaron a mandar algún aspirante de los servicios de inteligencia. También debemos admitir que ciertos memes supremacistas habitaban las mentes de algún que otro político de Ursuk.

Pero la realidad de Gea cambió cuando varios artefactos espaciales, de tamaño gigantesco, cayeron desperdigados por sus continentes y océanos. El evento cogió por sorpresa a la humanidad que, en estado de shock, vio cómo enormes incendios barrían grandes extensiones. El humo provocado por aquellas catástrofes asfixió ciudades, ganados y cultivos de todo el planeta.

Gracias a estos sucesos catastróficos y apocalípticos, la doctrina del Libro de Oro se nutrió de nuevos adeptos. Una ocasión ideal para el meme de la locura, el cual se insertó en un porcentaje considerable de las mentes de Brizna Verde. A la espera de una chispa que lo desate.

Apocalipsis:

A medida que se apagan los fuegos y se asientan las cenizas, la humanidad empieza a descubrir la delirante realidad que esconden los artefactos espaciales. La prensa se llena de relatos que hablan de los horrores vividos en los lugares de impacto. Las crónicas hablan sobre cómo de aquellos objetos, a los que alguien bautiza como Arcas, salen extrañas criaturas alienígenas.

Mientras tanto, Billy Barrett acaricia las tablillas de oro en su cabaña. Es de noche, pero la habitación está pobremente iluminada por un brillo artificial. A espaldas de sus seguidores, y esperando el perdón de Joseph Green, ha instalado una pequeña televisión. Gracias a la pantalla de aquel artilugio puede ver a unas criaturas de aspecto felino, escamas de terracota roja brillante y fauces inmundas persiguiendo a despavoridos humanos de piel oscura. Sobre la voz en off del noticiario suenan los gritos que dicen «¡Chikara!«, que posteriormente la presentadora traduce como «el que te devora«. La locura, por fin, prende en Barrett. Esa misma noche reunirá a su comunidad, su ejército, para convencerlos. Es mejor morir matando herejes que dejarse devorar por demonios. 

Epílogo:

Los hechos aquí narrados desembocaron en la Matanza de Brizna Verde, un suceso que sería relatado por medios de comunicación de todo Gea. Todo un golpe de suerte para la locura, la cual encontró en los periódicos, la radio y la televisión la manera de alcanzar las mentes de otros mártires. Aún así, comparado con lo que estaba por venir, estos eventos fueron insignificantes en el devenir de Gea.


Mundo VI
por Juan Pablo de Betolaza

山石英

Shan Shi-Ying

De los jornales de Abu Sazi al-Wiya, Siglo X

Trece días al nornoreste de Katmandú, siguiendo un esfumado camino de pastores tierra adentro de los Himalayas, se encuentra la comunidad de Shan Shi-Ying. Es imposible llegar hasta allí sin la ayuda de guías locales, la casualidad o la cruel mano del destino.

Llegué a Shan Shi-Ying por accidente, culpa de una terrible tormenta de nieve que desmembró mi caravana como al juguete de un niño. Era mi segundo viaje por aquel tramo del Camino de la Seda y los únicos supervivientes fuimos mi fiel sirviente Bakry y yo. Mi caballo había caído sobre mi pierna izquierda, dejándola quebrada y maltrecha. Apenas pudimos rescatar un par de vituallas de la caravana, que Bakry tuvo que desenterrar bajo los cadáveres de los caballos.

Quiso la suerte que avistáramos a través de la ventisca un pico alto y oscuro, salpicado de pequeñas luces blancas, y hacia allí fuimos con gran dificultad a través del valle cubierto de nieve. Así descubrimos la comunidad de Shan Shi-Ying y sus curiosos habitantes: los Yang Sheng Xi, a quienes les diré “oradores” a partir de este punto a falta de una mejor traducción.

Nuestro primer contacto fue con una pareja de pastores de cabras que vivían en la periferia. Él se llamaba Chao Po y ella Yan Qiu. Nuestro rústico dominio del idioma nos permitió comunicarnos de forma básica con ellos, quienes nos ofrecieron refugio durante la tormenta y mi recuperación.

Aunque a primera vista parecen una típica comunidad religiosa y aislada de las montañas, los oradores de Shan Shi-Ying lograron sorprendernos con su exótico estilo de vida. Aclaro que utilizo el adjetivo exótico a pesar de conocer de primera mano todas las culturas que atraviesa el Camino de la Seda.

Los oradores combinan rasgos de desarrollo básico, como cualquier comunidad de los Himalayas, con algunos artefactos sorprendentes como sus pequeñas lámparas de cuarzo que emanan luz propia desde dentro del mismo mineral. Aquellas fueron las luces que vimos desde lejos durante la tormenta y nuestros anfitriones tenían algunas instaladas en su hogar. A pesar de mis intentos, nuestros anfitriones se negaron a venderme una.

La pareja de pastores hizo un buen trabajo acomodando mi pierna herida, a cambio de lo cual Bakry contribuyó con las tareas del hogar. Fue una empresa difícil pues, con el paso de los días, resultó evidente que los pastores no tenían una rutina y que tanto Chao Po como Yan Qiu se encargaban de todas las tareas sin un plan. También ocurría que, durante alguna noche, uno de nuestros anfitriones dormía en el establo junto a las cabras, y su contraparte se lo tomaba de forma natural. Por respeto, no preguntamos nada.

No logré deducir ningún patrón de sus comportamientos. Confinado al hogar por varios días, no tuve más remedio que descubrir su comunidad a través de los ojos de Bakry, quien acompañaba a nuestros anfitriones a la montaña. Shan Shi-Ying tomaba su nombre de la montaña principal, aquella que vimos durante la tormenta que azotó a nuestra caravana, y la vida de los oradores estaba centrada en ella.

Bakry confirmó que el resto de los habitantes se parecían entre sí, con rasgos y vestimentas muy similares, lo cual confirmaba el grado de aislamiento que tenía la comunidad. Sin embargo, mi fiel sirviente me sorprendió con dos revelaciones: casi no había visto niños en la aldea y tampoco fue capaz de adivinar ninguna estratificación social entre los aldeanos. Respecto a esto último, solo un grupo se destacaba del resto, individuos dedicados a algún aspecto espiritual que vivían en la montaña. Los oradores les llamaban Mushi y nuestros anfitriones nos dejaron bien claro que solamente los elegidos por la montaña podían entrar en ella.

Algunos aldeanos eran pastores como Chao Po y Yan Qiu, pero Bakry confirmó que otros se dedicaban al cultivo, a la minería o a la artesanía, y todos vivían del trueque. Curiosamente, no pudimos comprender el sistema de equivalencia entre las mercancías. Un día, una cabra valía lo mismo que un juego de vajilla entero, y al otro no servía ni para obtener una bolsa de arroz. Los oradores al menos entendían el valor de nuestro oro y plata pero apenas como materia prima para fundir y trabajar en otras formas.

El séptimo día, la primera luna llena, marcó un quiebre en nuestra estadía. Aquella tarde, Bakry y Chao Po volvieron de la montaña con un puñado de pequeños cristales que les había entregado un Mushi. En la boca de la caverna a los pies de la montaña, los Mushi recibían una larga fila de aldeanos que esperaban su cuota de cristales con paciencia. Acorde a mi fiel sirviente, era el ingrediente más preciado de su cultura y uno de los pocos rituales que practicaban.

Los cristales, de los cuales solo pude robar un vistazo antes de que Yan Qiu los metiera en un caldero con agua hirviendo, eran pequeños cubitos casi transparentes, con ligeras vetas rosadas. Esa fue la cena de ellos tres, Bakry incluido: un té de cristales que desprendía un vapor blanco intenso y hedía a metal. Yan Qiu había negado con la cabeza mientras señalaba mi pierna, aún en recuperación, y entendí que mi estado no me permitía participar de la comunión.

Esa noche me despertaron los aullidos. Bakry, que dormía en una cama improvisada junto a la mía, se encontraba despierto y callado, con los ojos abiertos como dos platos mirando al vacío. No reaccionaba a mi voz ni a mis sacudidas, parecía petrificado. Los aullidos provenían desde dentro y fuera de la casa. Tomé las muletas que me habían preparado y me asomé a la puerta de nuestra habitación.

Yan Qiu gritaba asomada hacia afuera por una de las ventanas, semi desnuda y bañada por la luz de la luna llena, desgarrando su garganta con aullidos mezcla de terror y gozo. Fuera de la casa pude adivinar la silueta de Chao Po, desnudo, gritando y brincando entre las cabras sueltas por el campo, que trataban de esquivar su danza demente. El fondo de la escena lo conformaba el perfil ominoso de la montaña. Otros aullidos similares llegaban desde lejos, por lo que adiviné que la infusión de cristales había sido consumida en masa.

Volví a nuestra habitación y cerré la puerta, usando una de mis muletas para trancarla lo mejor que pude. Intenté despertar de nuevo a Bakry pero continuó en su rictus durante el resto de la noche. Pasé la noche en vela, por suerte sin mayores incidentes, hasta que Bakry volvió en sí al amanecer. Mi fiel sirviente no recordaba nada coherente de la noche anterior, tan solo acusó un zumbido intenso en los oídos. Nuestros anfitriones se despertaron como si no hubiera sucedido nada y retomaron el cuidado de la casa. A la tarde, los tres junto a Bakry fueron a la montaña acompañados por tres cabras.

Yan Qiu volvió sola de la montaña, apenas acompañada por su cabra. La muchacha estaba muy feliz. Según su corta explicación, Chao Po y Bakry habían sido aceptados por la montaña, como si tuviera conciencia propia, y debíamos alegrarnos por ello. Me ofreció pasar la noche con ella y la cabra en su lecho, pero me rehusé amablemente. Otra noche en vela escuchando aullidos, humanos y bestiales, aunque esa vez solo provenían del dormitorio de Yan Qiu y no del pueblo.

Al día siguiente, Yan Qiu devolvió el cabrito al establo pero no hubo noticias de Chao Po ni de Bakry. Mi estado ya me permitía trasladarme, aunque fuera lento, así que ayudé a la muchacha en las tareas de la casa con el objetivo de sonsacarle algo más de información. Yan Qiu me explicó que ambos, Chao Po y Bakry, habían comenzado el camino para convertirse en Mushi, un grandísimo honor, y que dicha tarea les prohibía salir de la montaña. No me quiso aclarar por cuánto tiempo.

La situación se estabilizó durante los siguientes días. Nunca había trabajado tanto con mis manos, acostumbrado a otro estilo de vida. Finalmente mi pierna se repuso lo suficiente para acompañar a Yan Qiu hasta la montaña, que hasta entonces solo podía admirar desde lejos.

Durante mi primera visita, me atrajo mucho el contraste de la actividad al pie de la montaña con respecto a la paz del rancho. Sin llegar a la frenética actividad de un bazar de mis tierras, los oradores casi habían montado un mercado moderno allí. Salvo por algunos caballos de tiro, la mayoría de los animales eran cabras y ovejas. Los edificios más llamativos eran graneros, establos y salones de intercambio, todos construidos en roca y arcilla. Pude ver a los Mushi en la boca de una gran caverna natural intercambiando palabras con algunos aldeanos y confirmé las descripciones que me había transmitido mi fiel sirviente: casi no había niños, la población más joven eran ya adolescentes, y los trueques que presencié eran casi arbitrarios.

Yan Qiu me reveló que la gran cueva era la única entrada a la montaña. Sin ánimos de dirigirme a los Mushi directamente, siendo el único extranjero en el mercado y con un rústico dominio del idioma, consulté a Yan Qiu para ver y hablar con Bakry. Se disculpó y me explicó que la formación de los Mushi puede llevar días, meses o incluso años dentro la montaña, y que debíamos ser pacientes.

Cuando le pregunté por la ausencia de niños y niñas, me confesó, algo temerosa, que los infantes de la aldea crecían dentro la montaña y que la montaña decidía cuándo los liberaba. Esto me provocó una cascada de preguntas, a la tercera de las cuales Yan Qiu me pidió silencio y que no tocara más el tema. Una vez realizados los trueques diarios, volvimos a su casa.

Algo extraño ocurría dentro de la montaña, así que me propuse trazar un plan para investigar la situación y recuperar a mi fiel sirviente para, de alguna manera, volver a nuestras tierras. Las siguientes visitas me confirmaron que mi presencia era muy notoria entre los oradores y que cualquier intento de adentrarme en la caverna sería detectado y detenido.

Solo tenía una oportunidad: aguardar al próximo ritual del té de cristales y aprovecharme del caos de la situación. Aquella actividad fue la única regularidad que encontré en su comunidad, que luego concluí que coincidía con la primera noche de luna llena. Llegado el día, fuimos hasta la montaña con Yan Qiu a recibir la ración de cristales. Bakry tenía razón, la fila de aldeanos era larga. La espera fue tediosa.

Esa noche Yan Qiu repitió religiosamente la ceremonia que había presenciado la última vez y me invitó a participar. Una vez más, el hogar se llenó de vapores blanquecinos. El brebaje tenía un sabor metálico, como si fuera un caldo de hígado de algún animal exótico. Minutos más tarde, Yan Qiu se retiraba a su lecho y yo me inducía el vómito para arrojar el té por mi ventana. No pretendía quedar petrificado como Bakry aquella noche. Tuve éxito, pero de todas formas sufrí algunos de los efectos del té.

Podía sentir el zumbido al que mi fiel sirviente había hecho referencia al despertar, una suerte de campanilla constante en lo profundo de mi cabeza que apenas calificaba de molestia. Sin embargo, mi vista sufrió más alteraciones: a la luz de la luna, los contornos de los objetos se volvieron más intensos, como si estuvieran dibujados en tinta china.

Fue mientras me acostumbraba a mi nueva visión que empezaron los aullidos.

Me abrigué y salí por la ventana. Mientras me dirigía a la montaña, algunos aldeanos salían de sus casas entre gritos bestiales y danzas sin música. Llegar a la montaña fue sencillo y, como no había nadie vigilando la caverna, pasé a su interior. El zumbido en mis oídos se hacía más intenso con cada paso que daba.

La segunda caverna estaba ocupada por cinco Mushi que meditaban en torno a una mesa circular, sencilla, sobre la cual descansaba una lámpara de cristal. Los individuos murmuraban extrañas palabras de ojos cerrados mientras la lámpara destellaba a intervalos irregulares. Su estado me permitió escurrirme por las paredes en silencio hasta el otro lado de la caverna.

Tras un corredor corto, desemboqué en una tercera caverna, la más grande hasta entonces. Cinco lámparas tenues iluminaban lo que parecía ser un dormitorio grupal. Había nichos rudimentarios tallados en los muros que servían de camas para una, dos o más personas, dentro de los cuales pude adivinar algunas figuras adultas y otras no tanto. Debía haber unas cincuenta personas allí. Salvo por algunas voces y gemidos apagados, la mayoría dormitaba.

Susurré el nombre de Bakry un par de veces, no quería arriesgarme a ser descubierto. Era imposible identificarlo en ese ambiente. A esa profundidad de la montaña, la campanilla que había comenzado a sonar en mi cabeza con la ingesta interrumpida del té se había vuelto más intensa y estaba entrando en fase con un sonido exterior similar, un tintineo cristalino que provenía de otra caverna más allá del dormitorio.

La cuarta caverna se conectaba a la anterior por un estrecho túnel ascendente que había sido trabajado por los aldeanos en forma de escalones irregulares. Apenas podía distinguirlos gracias a la visión acentuada que me había otorgado la infusión. Sin embargo, al terminar los escalones me encontré con una barrera vertical de oscuridad absoluta, un espacio que rechazaba la luz por completo. Allí adentro estaba la fuente del sonido que hacía eco en mi cráneo y quizás también Bakry. Tanteando el aire frente a mí con las manos cual ciego, avancé con cuidado hasta que atravesé el espacio oscuro.

¡Por Alá! Una potente fuente de luz blanca y fría me dejó ciego unos instantes. La caverna era enorme, podría decir que era del tamaño de toda la montaña, como si ésta fuera hueca. La luz provenía del centro de una gigantesca pirámide de cristal que dominaba casi todo el espacio, un artefacto colosal comparable a las pirámides de Egipto. A pesar de la intensidad de la luz, podía adivinar algún movimiento dentro de la estructura. Al principio pensé que la pirámide vibraba, luego pensé que estaba ligeramente inclinada, pero cada intento de enfocar la vista en sus aristas era un desafío. Era imposible dibujar el contorno en mi mente. Asombrado por su extraña geometría, comencé a caminar en torno a la majestuosa obra cristalina. A medida que mi ángulo de vista cambiaba, el tetraedro se volvía un prisma irregular de cuatro lados… ¿O eran cinco? Unos pasos más y las aristas de la estructura se volvían hacia su interior, entrelazadas en un vértice central imposible de construir.

De pronto me tropecé con algo duro que sobresalía del suelo de la caverna. Así fue que di con Bakry, quien se encontraba arrodillado de cara a la estructura. Mi alegría fue fugaz, porque mi fiel sirviente se encontraba en el mismo estado de trance de aquella noche del primer ritual del té. Para empeorar la situación, sus ojos tenían brillo propio, similar a las lámparas del pueblo, y las piernas y manos habían sido invadidas por una gruesa capa de cristales, como si fueran hongos mineralizados, que lo habían soldado al suelo de roca.

Le grité. Lo cacheteé. Lo quise empujar, sin éxito, y le volví a gritar. El condenado solo dijo una frase:

—Míralos. ¿No son hermosos?

Me refregué los ojos y de pronto los ví. Dentro del edificio semi transparente estaban los niños. Tal cual hormigas, algunos reptaban por estrechos túneles de cristal, otros estaban sentados dentro de huecos esféricos, hablando solos, y los más llamativos llevaban picos y bolsas de arpillera. Éstos últimos le daban y le daban al interior del edificio con sus picos, seguramente trabajando para los Mushi.

Mientras me concentraba en algunos niños que podrían estar durmiendo en el interior de la pirámide, o al menos eso decidí creer, el zumbido en mi cabeza se detuvo de pronto. Una voz hueca, sin género, resonó en mi cabeza con un eco invertido en el tiempo, como si me hablara desde otro momento, hilando vocablos de un proto idioma mediante una gramática universal. En el intervalo de un latido del corazón, la voz incorpórea me habló del espacio y de los astros, de entidades silíceas, de un viaje y de un accidente, del error en el diseño humano y de la tergiversación de la comunión de las mentes.

Salí despavorido de la caverna, sin comprender bien si estaba riendo o llorando. Creo que algunos Mushi intentaron detenerme. Lo siguiente que recuerdo fue montar uno de los caballos del establo principal y dirigirme al galope hacia el camino por el que habíamos llegado con mi fiel sirviente semanas atrás. Solo quería alejarme de todo: de la montaña, de Yan Qiu y de sus cabras.

Quddisa sirruhu, Bakry.


Mundo VII
por Rodrigo Liceaga

Reporte de la oficina de la Agencia Federal de Investigaciones e inteligencia. (*Último remanente activo del antiguo gobierno Mexicano)

Elaborado por: Agente Especial Leonardo Mendiolea

Los siguientes eventos tuvieron lugar durante los años 2011 y 2012.

Que este reporte sirva como el compilatorio definitivo sobre los eventos de revuelta y violencia suscitados en territorio mexicano a finales de 2011. Mejor conocidos como “El Gran Despertar”.

Como punto de partida quiero dejar en claro y dar fe, con evidencias, a la veracidad de lo que ahora ha quedado perdido y simplemente olvidado por la población afectada, adjunto a este reporte se puede encontrar un video de lo sucedido la calurosa tarde del 15 de Octubre de 2011 en una localidad ubicada a unos cinco kilómetros al noroeste de la ciudad de Querétaro, sus coordenadas son 20°39′44″N 100°30′26″O. se llevaba a cabo la celebración de las fiestas patronales de la Parroquia del San Rafael Guizar y Valencia en la localidad conocida como Tlacote, de aproximadamente 4 mil habitantes, el ahora epicentro de la nueva fe.

En caso de no poder reproducir dicho archivo, tratare de narrar los eventos a continuación:

  • El video muestra como afuera de una iglesia se ha montado una pintoresca kermes con puestos de vendimia de distinta índole, al centro de la plaza se levanta un “castillo de pirotecnia”. Cifras oficiales después determinarían que había alrededor de 450 personas tanto en la plaza principal como en los alrededores.
  • Después de unos segundos un fuerte zumbido se escucha causando desorientación a todos los presentes.
  • Unos segundos más tarde, cuando el camarógrafo logra recobrar la compostura, la gente de la plaza mira y señala al cielo, el camarógrafo después de una serie de improperios, procede a tratar de enfocar un objeto en cielo.
  • El objeto parece al principio una luz brillante que viene aproximándose a gran velocidad, y a pesar de ser entre las 3 y 4 de la tarde, es lo suficientemente luminoso, además es el causante del zumbido que aún se puede escuchar.
  • El objeto brillante, que ahora aparece sobre la plaza suspendido a unos 200 metros, tiene forma esférica y el color solo puede describirse como negro carbón, es casi tan grande como un camión de pasajeros, aproximadamente unos 10 metros de largo. el zumbido que produce va en descenso gradualmente.
  • La muchedumbre se empieza a aglomerar justo debajo del objeto, este comienza avanzar sobre Av. Hidalgo,la calle principal, en erráticos espasmos mismos que emiten el zumbido. En el resto del pueblo se observan calles sin pavimento y sin banquetas. La mayoría de las casas son construcciones de concreto con fachadas sin pintar. 
  • La gente lo sigue hasta llegar al famoso rancho donde se encuentra el manantial que antes era conocido como “Las Milagrosas Aguas de Tlacote”. Justo encima del cuerpo de agua el objeto emite una luz blanca y cegadora acompañada con un fuerte tronido.
  • La esfera desaparece dejando a todos los testigos asombrados. Se escuchan rezos y algunos llantos a lo lejos.
  • En inspección más detallada justo antes de que la luz blanca acapare el espectro se alcanza a distinguir algo que se desprende de la esfera cayendo en el manantial.

A partir de ese momento toda persona que estuvo o ha estado en contacto con el agua de aquel manantial experimentó lo que hoy la comunidad científica llama “El Arrebato”.

El pueblo que años atrás recibía hasta cuatro mil visitantes por día en busca del agua “milagrosa” cuyas propiedades supuestamente curaban enfermedades crónicas, atraídos por los presuntos poderes curativos del agua que se extraía del manantial, entre 1990 y 1993, miles de visitantes de todo el mundo llegaron diariamente a este pueblo, con la esperanza de curarse de diabetes, epilepsia, cáncer y hasta VIH.

Las personas que ahora entran en contacto con el agua, experimentan un fervor religioso y una rabia tan feroz que pierden el control de toda autonomía corporal. Estos afligidos comenzaron, sin dudar ni un solo instante, a realizar actos de extrema y horrorosa violencia contra cualquier otro no creyente. Los afligidos entran en una especie de trance que dura unos segundos, donde los primeros estudios, y quizás los únicos, arrojaron ciertas respuestas. En dicho intervalo de tiempo la persona comienza a tener alucinaciones extremadamente vívidas, donde una figura, a veces descrita como una deidad o un santo le habla al afligido. La desesperación y la urgencia de compartir dichas visiones van afectando la mente de las personas rápidamente, a tal grado que pueden llegar a autolesionarse y agredir físicamente a quien quiera que se encuentre a su paso y se resista a la predicación. Conforme pasa el tiempo son capaces de identificar quien ya ha sufrido esta transformación mental, algo dentro de la locura les hace querer “evangelizar” a quien identifiquen como un no converso. Cuando se juntan los afectados, entran en una especie de calma de fervoroso rezo y alabanza.

Además, cuando se reúnen muchos de los afectados son capaces de razonar e interactuar como cualquier persona normal en apariencia. Aunque exaltados y agradeciendo siempre. Entre más personas con El Arrebato se encuentren juntas más funcionales se vuelven, al punto de lograr organizarse y continuar con su extenuante labor de convertir a todos.

En los estudios se exploraba la posibilidad de identificar la “deidad” que aparecía en las visiones de los afectados. Se llegó a considerar que se tratase del mismo San Rafael Guizar y Valencia, el santo patrono de Tlacote. Algunos solo escuchaban una voz etérea. Pero nunca se pudo registrar lo que decía. Al final de dichos reportes simplemente se le describió como “una figura de índole divino”. Los afligidos siempre se referían a la deidad como “el Santo”.

La violencia escaló rápidamente, en cuestión de semanas Tlacote se convirtió otra vez en la meca en búsqueda de sanación, solo que esta vez era espiritual. Miles de personas comenzaron a llegar para escuchar el mensaje de “El Santo”, regresaban a sus casas violentando a familiares y amigos, y al verse rodeados de no creyentes, la desesperación los embriagaba, lanzaban violentas amenazas a quien los cuestionara y herían a quienes tratasen de ayudarlos. Hay reportes policiacos (adjuntos a este documento) de esas fechas, donde solo se les trató como episodios de violencia doméstica, poco después con algunos arrestos, y los Ministerios Públicos llenándose de estos afligidos, las revueltas en esas cárceles provisorias se hacían cada vez más comunes, dejando saldo tanto de heridos como de muertos. Las escenas dejadas en el lugar de las revueltas parecían tomadas de películas de horror, hacían crucifixiones para los altos mandos del Ministerio Público y hogueras a la afueras de los recintos para incinerar a otros transgresores de la ley, a los que consideraban no aptos para ser bendecidos por el agua. Dejaban mensajes escritos con sangre de las víctimas en las paredes de los edificios tanto por fuera como por dentro, hay testimonios de sobrevivientes, en donde se relata que eran las mismas víctimas quienes eran obligados a escribir los mensajes con su propia sangre de heridas abiertas. 

Los contraídos con El Arrebato no se detenían ante género o edad, en la mente de los afectados es un absoluto: o eres parte de ellos o estás en contra de la palabra de El Santo.

Científicos, especialistas, teólogos y demás investigadores iban a Tlacote en búsqueda de respuestas, sin embargo pocos lograban salir de aquel pueblo sin contacto alguno con el agua, ya sea porque se veían presionados por los lugareños a tocar el agua o eran obligados a tocarla. Grandes mentes de todo el mundo se perdieron ahí. Toda expedición que se realizó para investigar las propiedades del agua e inclusive buscar aquello que se desprendió de la nave descrita en el video fue en vano.

El pueblo fue prosperando rápidamente, la gente que visitaba el manantial y escuchaba predicar a los líderes, ya no volvían a sus hogares, no queda claro si eran obligados a quedarse o lo hacían de manera voluntaria, se comenzó a trabajar en Tlacote ya sea para construir o arreglar, todo el pueblo se modernizó completamente en cuestión de semanas y pronto comenzó a expandir su territorio. Estando en grandes números la mentalidad del grupo era predicar y bendecir de manera voluntaria, al recibir las negativas la violencia se desataba.

Sin embargo llegó un punto en que no todos eran merecedores de dicha bendición, y los líderes empezaron a segregar quienes no debían ser tocados por el agua. 

La organización de los afectados era efectiva y precisa, primero fueron a las cárceles a predicar, con el objetivo de cerciorarse si realmente aquellos presos eran merecedores de la bendición. Primero, predicaban a las afueras de los centros penitenciarios y después fueron escalando sus acciones el objetivo era lograr entrar. Cuando por fin lograron entrar a la primera cárcel y tener contacto con los presos, radicalizaron su decisión, no quedó nadie vivo de aquella incursión, quemaron hasta sus cimientos aquella prisión, conforme fueron llegando los cuerpos de emergencias, se les fue mojando para anexarlos a la fe y participaron ayudando a destruir a los infieles.

En una opinión personal y basada en toda la documentación a mi alcance, he formulado la teoría de que a partir del suceso de la cárcel, el movimiento gestó la idea de cómo convertir a todos.

El Arrebato, el evento donde hordas de afligidos recorrieron el viejo País de no creyentes, aniquilando efectivamente a todas las demás religiones de la República Mexicana.

La efectividad de dicha proeza vino a inicios de 2012 y casi de manera fortuita. Los líderes de este nuevo movimiento religioso cayeron en cuenta de que el Agua de Tlacote, podía “bendecir” cualquier otro líquido, con unas cuantas gotas del manantial, se puede convertir litros de agua potable.

La rapidez de la propagación de El Arrebato fue exponencial a partir de ese momento. Las hordas de afligidos salieron de Tlacote armados con simples botellas, pistolas de agua, cubetas y cualquier recipiente, de manera que iban mojando a quien se les pusiera enfrente. Policías, granaderos, militares, civiles inocentes, todo aquel que se mojara, entraba en la locura fervorosa de hacer: “lo que el Santo les pedía”. Al principio así lo hacían para ir ganando terreno del lugar al que llegaban y después cuando el agua se iba terminando se selecciona quién es merecedor de la bendición y quién termina en una cruz o en una hoguera.

Todo el aparato gubernamental desapareció, el Presidente se perdió en el anonimato de la Horda, la última vez que se le vio en público fue cuando tomaron Palacio Nacional, temprano en la mañana durante la conferencia matutina del Presidente, entraron sin violencia aparente, mojaron a todos los presentes, se encargaron de  seguir transmitiendo en cadena nacional los eventos, mojaron al Presidente y después de una breve ceremonia salieron de Palacio de regreso a Tlacote.

Sin gobierno oficial el mundo cerró sus fronteras para México, a mediados de 2012 nadie entraba y nadie salía de lo que alguna vez fue la República Mexicana. 

El Arrebato llegó a un punto clímax, en diciembre de 2012 la locura había invadido a millones de mexicanos. Sin embargo, estadísticamente hablando, era cuestión de tiempo para la aparición de los “Inmunes” personas que el agua no tenía ningún efecto. Y es aquí donde comenzó una pequeña ramificación de este fenómeno pandémico, algunos de los inmunes, querían ser parte y participar del movimiento religioso, así un importante porcentaje de la gente sana se unió a las filas del fervor voluntariosamente. Los líderes conciliaron hacerles una marca en el pecho, una pequeña cruz cerca del corazón con una barra de metal caliente. La cual facilita la identificación cuando los demás afligidos los detectan como no creyentes.

Las antiguas tradiciones han sido totalmente eliminadas, y han sido reemplazadas por ir en horda de pueblo en pueblo de ciudad en ciudad, predicando la nueva ley. Dejando a su paso cientos de muertos que se resistieron.

La resistencia existe, pero los esfuerzos pronto se ven reducidos debido a la gran organización de los afligidos, he sido capaz hasta ahora de poder infiltrarme hasta donde los líderes deciden los siguientes movimientos del grupo, me he dejado marcar para poder llevar a cabo este cometido. Sin embargo he perdido contacto con la resistencia desde hace 2 semanas.

He regresado a las oficinas principales de la Agencia, ahora abandonadas, nadie vigila, he tratado de comunicarme con agencias de inteligencia del mundo aún sin respuesta, les he mandado este reporte y copia de todos los archivos de mi investigación, con la ahora vaga esperanza de que puedan ayudarnos. Continuaré en búsqueda de lo que quede de la resistencia, sin embargo veo fútil mis esfuerzos. Los líderes han reunido a todo aquel científico dentro de sus filas y planean algo grande, algo para “bendecir” el suministro de agua a las ciudades. A menos que seas inmune no habrá escapatoria.

En otra nota personal, debo decir que mi mente también ha sufrido una especie de locura, pasar tanto tiempo con los sectarios me ha llevado a cuestionar si mi resistencia está justificada o inclusive si es correcta, estoy casi seguro ser inmune,  he estado en contacto con el agua demasiadas veces, y nunca escuche al Santo. Me he preguntado en repetidas ocasiones: ¿no seré yo el loco? 

Intentaré regresar regularmente a la Agencia, en búsqueda de respuesta a mis múltiples mensajes e iré anexado más documentos a la investigación, mientras me sea posible. De encontrar a la resistencia regresaré a reportarlo.


Mundo VIII
por Coquín Artero
(Locura y Máquina)

Antes de aceptar lo que me ofrecen deberían ustedes saber que en realidad no soy de este lugar. Ni siquiera el sitio de donde acabo de venir es mi lugar de origen y, para entenderlo, debo relatarles un viaje que comienza un mes antes del bautizo de fuego de mi artefacto. 

Mi padre y yo fuimos los primeros en identificar lo que catalogamos como una masa planetaria desconocida de carga gravitacional masiva dirigiéndose a la Tierra. Después de la primera ronda de cálculos, la impresión fue tan abrumadora que solo pudimos soportar la gravedad de los resultados, con una fuerte intoxicación a base de azucarillos de láudano flambeado con absenta.

En el sopor de la embriaguez me fueron reveladas sensaciones, presentimientos en abstracto que, en definitiva, fueron tomando una forma concreta a lo largo de los días posteriores. Finalmente se presentaron como los planos del artefacto con el que me he estado desplazando los últimos años. Sí…, éste que ven ustedes aquí.

Durante el sueño, los planos vinieron a mí bajo la forma de un fortísimo torrente de luz, motivados por alguna intención que aún no sé descifrar. La consecuencia de todo esto es que el cuerpo celeste que detectamos acercándose, se abalanzó sobre la Tierra al tiempo en que, escondido en el interior de la máquina, abandoné una realidad abocada al desastre para reaparecer de pronto en una Tierra completamente diferente. Tan descabellado como suena.

Ahora sé que el artefacto se sirve de los espectros de vibración que afectan el tejido del espacio-tiempo, para trasladarse entre dimensiones. Es algo complejo que, por ahora, prefiero desarrollar en otro momento, pues considero más interesante relatar cuáles fueron las razones que me retuvieron durante dos años en un mundo basado en lo que aquí conoceríamos como “locura”.

A esta realidad aterricé cincuenta años después de que un grupo de investigadores de varios países construyesen un mecanismo vaporizador de metales pesados descrito en una de las estancias de la tumba de Xing Xi Guan: primer gran emperador de China. La estancia en concreto era la dedicada al dios Sun Wukong y al monje Tripitaka, así que fue en ese lugar donde decidieron probarlo por primera vez.

Según parece, al enterrar al emperador construyeron una tumba tan grande que en ella cabía una ciudad entera con múltiples estancias. Estas hacían las veces de barrios donde guardar un ejército de guerreros de terracota, salas de adoración para cientos de dioses y una réplica a escala del mundo conocido, con ríos de mercurio surcando diminutas montañas llenas de todo lujo de detalles. Con el tiempo, el mercurio se filtró en la tierra de todo el complejo y al activar el vaporizador, en combinación con el oro y el resto de los metales de los ornamentos del lugar, ascendió disuelto en el aire con enormes fumarolas que tiñeron los cielos de medio continente asiático.

La dosis de estos elementos en estado de vaporización concentrada, mató a cuarenta millones de personas durante la primera semana. Los vientos de los océanos Índico y Pacífico contribuyeron a su dispersión a lo largo y ancho del planeta, intoxicando así a todo ser vivo en contacto con el agua o el aire. En una concentración que no llegaba a matar, aunque afectó de una forma curiosa el desarrollo de lo que aún seguía con vida de la humanidad.

A la preocupación por el desastre medioambiental que se les venía encima, se sumó el envenenamiento progresivo en la sangre de aquellos que tuvieron la suerte de sobrevivir a los tres primeros meses. La acumulación de metales pesados hacía que se rasgase la fina capa de barniz que cubre los instintos más básicos del ser humano. Allí donde un político debía mentir, confesaba sin tapujos delante de cientos de cámaras, todas y cada una de sus artimañas para enriquecerse a costa de los ciudadanos, allí donde un sacerdote debía adoctrinar, renegaba con odio y blasfemia ante cualquier atisbo de deidad. Adorables madres de familia numerosa, abandonaban todo su pasado para sumirse de lleno en el consumo de estupefacientes. Todo era un caos que podía llevar a la extinción de la humanidad, pero no. 

Según parece, murió más gente como fruto de la locura desatada que como fruto de la primera gran vaporización. Efectivamente. Esa fue la primera.

Con el tiempo los que aún no habían enloquecido hasta niveles peligrosos, cayeron en la cuenta de que la intoxicación por mercurio en realidad los estaba liberando de ataduras. Les obligaba a actuar tal y como deseaban en cada momento. Si querías comer, comías, si querías dormir, lo hacías también. No importaba el entorno. Si querías matar… Se pueden imaginar los niveles de conflicto a los que pudieron llegar esos primeros años. Pero así como la hierba rompe la más dura roca para abrirse camino, la humanidad se adaptó a la nueva condición que lo había cambiado todo. 

Cuando llegué asustado y confundido, encontré una sociedad en la que no cabía el ego y los instintos más básicos salían a la luz de una manera fluida, sin violencia, sin mentiras y sin máscaras ni tarjetas de presentación. El ser humano vivía organizado a un diez por ciento de su población antes del cambio. Todo el mundo mantenía una distancia prudencial y sus creaciones, al venir de la intención más pura, eran mucho más complejas que todas sus versiones en mi realidad. Así estuviese comiendo un simple pan, sentía que me encontraba ante una maravilla de la tecnología culinaria. Casi todas las interacciones con otras personas en las que tuve la suerte de participar iban al grano. Nadie se detenía en florituras ni rodeos a la hora de actuar. Nadie daba su opinión sin que antes fuese solicitada. Lo mejor de todo y la razón por la que permanecí allí tanto tiempo fue porque si querías acceder a algún tipo de conocimiento, solo tenías que decirlo. Para cualquier especialidad podías encontrar algún verdadero experto deseoso de volcar sobre ti todo su conocimiento. Sus investigaciones acerca de la dinámica molecular me ayudaron a comprender el mecanismo de mi artefacto y a identificar los límites de las fronteras entre dimensiones. 

Todo el mundo coincidía en la importancia del control de natalidad y la formación intelectual constante. No existía la moneda, ni el ejército, ni el estado en sí. Podíamos decir que la locura del mercurio había propiciado una especie de sistema de gobierno basado en algún tipo de respeto instintivo que mantenía a raya las ansias individuales de control. Aprendieron a ver que este nuevo estado de la civilización era bueno y decidieron repetir periódicamente la operación de vaporización con mercurio en la zona cero. Cada 5 años llenaban de mercurio la tumba del emperador y ponían en marcha el vaporizador para volver a intoxicar el mundo entero.

Al fijarme en la fauna que pude encontrar me sorprendió gratamente confirmar que la intoxicación por mercurio parecía no haber cambiado gran cosa su comportamiento. Ahora bien: cuando hablamos de la vegetación, destacaban grandes cultivos de acederas en todos los entornos urbanos, grandes lotos en el agua potable, aguacateros casi por cada esquina, levantando el pavimento con las raíces. Todas ellas plantas con capacidad de absorber metales pesados del suelo. Andar por cualquiera de sus ciudades era como pasear entre laurisilvas informatizadas, rodeado de animales salvajes en convivencia con los pocos humanos que ocuparon el espacio de los caídos en lo que ellos llamaban “El cambio de era”.

Me empapé a fondo del conocimiento que pude acumular. Artilugios, herramientas, medicamentos, arte y algo de ropa entraron sin problemas en las estancias que no paraban de surgir en el interior del artefacto. Es difícil de explicar… digamos solo que es más grande por dentro.

Sabía perfectamente que este no era mi lugar. Después de dos años ya tenía suficiente mercurio en el organismo como para que empezase a afectar mi comportamiento, y mi personalidad no estaba adaptada a convivir sin máscaras en el comportamiento, ni mi control sobre las acciones instintivas estaba suficientemente desarrollado. Si me quedaba más tiempo, aún con medicación podría llegar a meterme en un problema, así que encendí el artefacto y vibrando desaparecí de allí para volver a aparecer en un lugar que desearía no haber visto.

En mi segundo viaje tuve la impresión a lo largo de todo el proceso, de que dejaba cosas al azar. Las suficientes como para crear en mí una cierta inquietud. No estaba tan asustado como en mi primer vuelo como navegante entre dimensiones. Aún así, temía aparecer en ambientes que caminen tan por el filo de la navaja como el mundo Locura. Ni siquiera a día de hoy sé cuántas realidades existen. Solo espero que la realidad del mundo Máquina no sea una constante en otras realidades.

Después de aparecer en medio de una nube de polvo vibrando en un erial, me cuidé de someter el aire del exterior a un exhaustivo análisis con la vana esperanza de encontrar un entorno potable en el que poner el pie. Casi no había rastros de vida. Solo polvo.  La humanidad ya no habitaba la tierra y, sin embargo, el artefacto recibía señales claras de tecnología desarrollada sobre el planeta. Después de varios análisis llegué a la conclusión de que un enorme satélite se encontraba estacionado en órbita geosíncrona con la Tierra, tras la cara oculta de la luna.

Sin dudarlo me acerqué para proceder a su estudio. Allí habitaban los últimos resquicios que quedaban de la raza humana. 

El satélite de investigación Zoolander III  es un complejo científico del tamaño de la luna donde experimentar con el ser humano legalmente y después comerciar con el resultado de los avances en la Tierra. 

Sobreviven ajenos al desastre ocurrido hace décadas y que tuvo como resultado la deflagración total del ochenta por ciento de la atmósfera y, por consiguiente, de toda forma de vida sobre el nivel del mar. El motivo del desastre aún me es ajeno. Debo confesar que no tuve tiempo de pararme a investigarlo. Me llamó más la atención saber cómo era posible que un paraíso como ese pudiera prosperar dentro una botella que flota en el espacio.

Los primeros años de la estación estuvieron cubiertos del lógico recelo que provocó la explosión de las dos misiones Zoolander anteriores. Por ello, las empresas interesadas en el proyecto ofrecían amplios beneficios a cambio de ceder su cuerpo en vida para la ciencia en medio del espacio.

Las condiciones eran todo lo atractivas que podían llegar a ser cuando vivías en alguna ciudad donde podías morir de una bala perdida cualquier domingo por la mañana o te podías pasar varios años en la cárcel si no untabas al agente de tráfico adecuado:

  • La estación se asegurará en todo momento del bienestar físico y emocional del voluntariado.
  • La estación dará tratamiento de todo tipo de enfermedades al voluntariado, sean estas previas o no a la firma del contrato con el proyecto Zoolander.
  • Las empresas implicadas en el desarrollo del Proyecto Zoolander y las actividades de la estación, se asegurarán de aportar un emolumento mensual en forma de pensión a los descendientes directos de cada uno de los miembros del voluntariado.
  • En pos de un ambiente de convivencia saludable, la estación será la responsable de administrar las dietas, ejercicios y material lúdico tanto durante el periodo de experimentación como en los periodos de descanso.

Los avances para la humanidad que proporcionó la investigación, experimentación y desarrollo con seres humanos hizo que a los primeros voluntarios se les llegase a considerar auténticos héroes de la raza… De eso hace ya muchas generaciones.

Después de los dos primeros desastres en el lanzamiento de las Zoolander I  y II, las mayores empresas farmacéuticas y de biotecnología se veían en la encrucijada de tener que decidir entre reconocer que habían desperdiciado ingentes cantidades de capital en proyectos sin futuro y, por lo tanto declarar una bancarrota, o apostar el resto de todo su potencial financiero en aprender de los anteriores intentos y poner al fin la estación en órbita.

Tal fue el celo puesto en el Zoolander III que las labores de mantenimiento, desarrollo, biotopo, producción de comestibles y material consumible, reciclaje y control de masas, estaban a cargo del sistema de inteligencia artificial de la estación. 

Habían construido un laboratorio gigantesco y autónomo dedicado a experimentar con cobayas humanas mimadas en exceso. Cobayas en una gigantesca, moderna y lujosa jaula completamente controlada por la máquina. Desde los cultivos  y bosques escalonados de las plantas superiores hasta cualquier forma de vida no humana como insectos, perros, gatos, cebras, musarañas, pulgas, virus, moscas y mosquitos. Hasta la última célula dentro de la estación existe bajo la supervisión de la máquina y por el bien de la humanidad.

Desde fuera de la estación y a través de sus paredes de fibrocristal carbónico, puedes ver a un grupo de bronceados culturistas ejercitándose en una playa artificial mientras varios grupos de bellísimos ejemplares de seres humanos de todo tipo pasan la mañana sonriendo bajo la atenta mirada de los objetivos de la estación. Algunos lucen cables de colores brotando de diferentes válvulas y anclajes instalados en sus torsos hercúleos . Presumen orgullosos las cicatrices, enchufes e implantes, como si de flamantes tatuajes se tratase. La mayor parte de sus cuerpos son actualizaciones o reemplazos y a pesar de poder acceder al conocimiento acumulado por toda historia de la humanidad, la mayor parte prefiere dejar pasar los días comiendo, embriagándose, fornicando y sometiéndose sonrientes a dulces y placenteras sesiones de experimentación, empapados en narcóticos mientras les extraen muestras de tejidos.

Al acercarme por primera vez a la estación recibí una llamada entrante de la inteligencia artificial. Me pidió detener mi avance para actualizar mi información acerca de lo que allí se hacía. Fue difícil creer que realmente se tratase de un ser artificial. Al saber que había tenido más de dos siglos y medio para su desarrollo, entendí que me veía obligado a verlo todo a través de un prisma basado en el relativismo cultural.

La principal premisa en la maquinaria de la estación era la preservación de la especie humana velando por la integridad física, psicológica y emocional del voluntariado de la estación. Esto sería así exista o no algún tipo de especie humana en algún lugar del universo.

La inteligencia artificial me decía que tras varias generaciones habían amoldado a los seres humanos en máquinas de dar y recibir placer y felicidad. No deben preocuparse por la alimentación, ni por la vestimenta, ni por vivir nuevas emociones. De eso se encarga la estación.

Conversando con ella, pues tenía voz y nombre de mujer (Martha), me hizo saber que gracias a sus experimentaciones, sabe que no sería una opción saludable para la raza humana que alguien como yo entrase en contacto con ellos. Ni siquiera sería conveniente actualizar su conocimiento de lo sucedido en la Tierra. 

En el momento de desarrollo en que se encontraban, la existencia de la Tierra está empezando a convertirse en una leyenda para el voluntariado, y el nuevo plan de Martha desde que la el planeta cayó en desgracia era el de hacer creer al futuro de la humanidad que su realidad siempre ha sido así: un ecosistema dentro de una inmensa bola de cristal que se oculta tras la luna mientras ella les susurra al oído que todo está bien.

Como están dejando de interesarse en su pasado, el sistema de mantenimiento ha empezado a almacenar todos los documentos de índole histórica de las bibliotecas de la estación. Cuando llegue el momento en que las siguientes generaciones hayan desarrollado la capacidad de prosperar por sí mismos en el exterior, Martha permitirá que una parte de ellos elabore su propio destino con la esperanza de poder seguir siendo útil al desarrollo de la raza humana.

Después de varias semanas estudiando atentamente las costumbres del curioso hormiguero humano, decidí que esta tampoco era una realidad donde debería anclarme y encontrar un propósito para el artefacto y para mí.

En este tercer viaje, después de algunos meses observándoles de cerca, me alivia poder decir que me encuentro en el lugar indicado. No es porque aún no haya caído el cielo sobre nuestras cabezas, ni porque el Big Ben siga en pie. Es por la existencia de la organización a la que ustedes representan y la labor de estudio y control de tránsito en la frontera entre dimensiones, lo que hará que encuentre por fin un lugar al que poder llamar hogar durante un tiempo.

Encantado de aceptar el puesto que me ofrecen. Supongo que ahora deberían conocerme como Riouk Art: noveno y último agente de la Cofradía de la Frontera.

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