Luana

Luana es la responsable de custodiar el Acervo.

Su rostro es una máscara de vendas y su cuerpo una colección de apósitos y eccemas. Se cubre la cabeza con un sombrero de ala ancha que le tapa hasta los hombros y viste una sencilla camiseta con lamparones de sudor que huele a desinfectante y a heridas purulentas.

La lepra la ha consumido tanto, física y mentalmente, que ha desarrollado tendencias suicidas.

Luana es la única que vela por los grimorios que todos veneran pero que nadie quiere cerca. Todos los días revisa los armarios empotrados que cubren las paredes del Acervo, verifica que los cables soterrados conecten con el viejo servidor, procura que los mecanismos de apertura de las cajas sigan operativos, y registra en una libreta los grimorios que contiene cada caja.

Está enamorada en secreto de Dismas, su maestro, el hombre que se lo enseño todo.