Cómo elegir el nombre de tu cuento o novela

El calvario de alinear creatividad, exposición de la idea y alcance promocional

A la hora de elegir el título de nuestro relato, novela o poema, tendemos a tropezar con diferentes piedras, pero las dos más comunes son:

  1. Nos dejamos llevar por una pulsión creativa sin matices, apelando a una fosquedad tal que es casi imposible adivinar qué nos encontraremos dentro. Esto te funciona cuando eres un bestseller y la gente se leerá lo que hagas aunque la portada del libro sea un cangrejo fumando porros. Es decir, si te llamas Stephen King.
  2. Pecamos de una sobreexposición de la idea principal, de manera que no hay encanto, sino una mera descripción del elemento mayor de la trama. Como lectores, amamos las sorpresas, y un título vagamente preciso (pero no del todo expositivo) nos mantendrá en alerta a lo largo de la trama, dándole una entidad mayor que la de simplemente llenar un espacio en portada.

Así que sí: a la hora de titular caemos en manías raras. Hay quien no puede ponerse a escribir hasta que no tiene el título ya pensado, y hay a quien eso le da exactamente igual. Sea cual sea el caso: el título importa muchísimo.

Desde una perspectiva creativa, puede incidir positiva o negativamente en la obra. Positiva cuando complementa aspectos de la trama. Negativa cuando se convierte en un spoiler como una catedral. Fue el caso de la película basada en el libro El Marciano, donde el subtexto: «MISIÓN RESCATE» eviscera el argumento hasta lo indecible.

No importa cuánto énfasis pongan en la preparación de la misión y cuánto se lo curren por el camino: sabes que se va a torcer.

Y ante la pregunta: ¿esto es importante?, yo contestaré: depende. Al ser una película de alto presupuesto, sí, puede ser irrelevante. Pero en un libro de alguien que está empezando, ponerle a tu primer policial: El asesino es el mayordomo, salvo que tenga una intención paródica, es ponerse palos en las ruedas.

En el momento que decidimos escribir para «lectores» (siempre se hace, otra cosa es que se admita), entran en juego ciertos convenios que hay que respetar. Y al ser escritores con un ecosistema basado principalmente en Google (con las grandes tiendas digitales como Amazon o LEKTU), entran en la ecuación reglas que hasta hace diez años no se tenían en cuenta: aquellas que constituyen el SEO y el alcance de una obra.

Ya no basta con molar escribiendo. También tienes que molar destacando. El horror de cualquiera atenazado por el síndrome del impostor.

Por ejemplificar con dos casos simples:

  1. En el momento que nuestra obra no aparece en la primera página de resultados de Google, podemos dar por hecho que tenemos que mejorar. Observemos nuestro propio comportamiento: ¿cuántas veces vamos más allá de la primera página? Solo cuando algo nos importa muchísimo. Y nuestra obra, que acaba de salir, y no somos una gran figura literaria, ¿importará muchísimo? Si hacemos un ejercicio de humildad, y a tenor de la posici´ón que ocupamos como escritores emergentes, no hace ni falta que respondáis esa pregunta. Si no estás en la primera página de Google, empieza a picar piedra en la dirección correcta para que los algoritmos te encuentren.
  2. Ahora imaginad por un segundo que tenéis la brillante idea de titular vuestra novela como Reina Roja. Esto puede ser porque no sepáis quién es Juan Gómez Jurado o porque sencillamente vivís en una dimensión paralela donde creéis que estas acciones no tienen repercusiones tangibles. En ambos casos: mal; primero, es fundamental conocer la esfera literaria que nos rodea, por encima y por debajo; y segundo, nombrar tu obra con el mismo nombre que una obra que está vendiendo del orden de millones de ejemplares al año para lo único que va a servir es para enterrarte en el fondo de los resultados de Google, Amazon y cualquier otro motor de búsquedas general o interno. El fondo más abyecto del ostracismo, vamos.

Ahora piensa, ¿y si uso una frase hecha? Haz una búsqueda en Google o Amazon y observa contra qué resultados tienes que pugnar para destacar. ¿Quieres eso?

Lo que quizá sí quieras es saber más acerca de las vicisitudes de titular una obra y todo lo que hay que tener en cuenta para darle cera al tema. Únete a mi taller literario o hazte mecenas de mi podcast en iVoox (Vuelo del Cometa), donde subo programas para mecenas dedicados al aprendizaje literario.

¡Nos vemos al otro lado!

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