Los seguidores de la liebre de Castilla, o como ellos se hacen llamar: los Peregrinos, son una especie de secta que se creó, de manera espontánea, con la intención de seguir una huella supermasiva que ronda las cercanías de Toledo.
La huella supermasiva a la que siguen tiene forma de gran mancha, y aunque muchos ven en ella una colosal liebre, a tenor de las descripciones ofrecidas, no parece tener una forma muy definida.
La Liebre de Castilla camina por la zona de Toledo, entre campos secos y cereales, y sus seguidores viajan tras ella, cabalgando su estela. Cuando la huella para, ellos paran; cuando ella camina, ellos se ponen en movimiento. Mucha gente cree que el desplazamiento de la Liebre no tiene ningún sentido, sin embargo, cada uno de los seguidores de la huella tiene una razón para hacer el peregrinaje. A día de hoy sigue sin esclarecerse si entre los móviles del grupo subyacen causas religiosas.
Un predicador que seguía a la Liebre de Castilla sostenía que, si una persona consumía carne humana, las huellas no le causaban ningún efecto.
Poco tiempo después, la Liebre de Castilla pasó por encima de gran parte de la secta y ese mismo predicador fue el único en salir ileso.
Este evento hizo que empezara un brote de canibalismo en España.
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