Víctor Amsel era el director del Zohar, su arconte.
Vivía en el ático de la Torre Luria y debido a su elevado grado de paranoia nunca abandonaba sus dependencias. El hecho de que se pasara el día con la nariz espolvoreada de coca y que esgrimiera una escopeta sin ningún cuidado, hacía que nadie que tratara con él acabara bien de la cabeza.
Víctor Amsel quería que Bernardo Schultze volviera a la Torre Luria. En el Zohar nunca habían dejado de usar su trabajo para conseguir lo que él consiguió, por mucho que lo expulsaran, por mucho que lo tiraran a la fosa de los parias. Durante la visita de Mael al Zohar, Víctor le confesó su deseo de olvidar el pasado, de levantar la prohibición de volver a Bernardo Schultze y de conseguir que el Zohar volviera a ser su hogar.
Mael se ofreció a viajar hasta la ciudad de Tigre, en Buenos Aires, para buscar a Schultze, a cambio de las coordenadas del Acervo.
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