El Abad Cordera fue el líder y fundador del Cisma de Levante.
El Cisma de Levante se diferenciaba del Consejo Nocturno en que gozaba de la simplicidad del presente. Comenzó con una insurrección clerical silenciosa promovida por el Abad Cordera, hasta consagrarse como cisma. Construyeron un santuario en un mediocre edificio frente al mar en la playa de Nules. Nunca fue el motor de ninguna civilización, más bien era un eccema fascinante y aterrador. Allí se acantonaron cuarenta y tres sacerdotes renegados que creían a pies juntillas que la primera huella persistente de Europa era una representación de Jesucristo. A esa huella la llamaron el Señor de Nules.
La noche que la umbra se cernió sobre Nules, Querox atacó al Cisma de Levante. Cuatro lanchas fueraborda atracaron durante la noche en la orilla de la playa. Los asaltantes se dirigieron al santuario del Cisma. El Abad Cordera fue la primera víctima.
Álvaro Aparicio 
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